|
Como parte de la cátedra Michel Foucault de la Univ. De Chile
Académicos de FACSO participan en Tercera Escuela Chile Francia
Durante tres días, la Tercera Escuela Chile reunió a investigadores y académicos chilenos y franceses en torno a la temática: “Mutaciones de los Colectivo: Desafíos de integración”. Entre ellos, a los académicos de FACSO, Sonia Montecino y Bernardo Amigo, quienes expusieron sus temáticas de estudio referidas al género y la televisión, respectivamente. Buscando promover la investigación, docencia y cooperación entre distintos campos disciplinarios, en esta iniciativa de colaboración entre la Universidad de Chile y la Embajada de Francia, se desarrollaron una serie de ponencias y mesas temáticas referidas a las Ciencias Sociales, Humanidades, Artes y Comunicación.
La profesora Sonia Montecino dictó la conferencia inaugural de la Tercera Escuela Chile – Francia
La instancia busca reunir investigadores chilenos y franceses y compartir con el público sus observaciones del desarrollo social de ambas naciones.
Este encuentro se realizó el 20 al 22 de abril en Casa Central.
El profesor Bernardo Amigo participó exponiendo en este Coloquio, mientras que la profesora Marisol Facuse moderó el panel.
En la ocasión, el Director de la Escuela de Pre Grado de FACSO compartió algunos aspectos de su investigación sobre televisión.
Cuatro académicos de la Facultad de Ciencias Sociales participaron en la Escuela Chile Francia que se desarrolló entre el lunes 20 de abril y el 22 de abril en Casa Central. Mientras el profesor Bernardo Amigo y la antropóloga Sonia Montecino, expusieron sus temáticas de estudio; la académica del dpto. de Sociología, Marisol Facuse y el profesor del diplomado en Gestión Socioambiental de PULSO, Enrique Aliste, participaron como moderadores.
En la inauguración de este espacio de debate, la directora del Centro Interdisciplinario de Estudios de Género, Sonia Montecino dictó una conferencia titulada “mutaciones en los imaginarios colectivos femeninos: vírgenes y empresarias”. Por su parte, el profesor Bernardo Amigo, participó en el panel “Desafíos de la investigación transcultural”, realizado durante la mañana de la segunda jornada. Esta mesa de conversación fue moderada por la profesora del Departamento de Sociología, Marisol Facuse; mientras que el profesor Enrique Aliste, Coordinador Adjunto del Diplomado de Extensión Gestión Socioambiental, Complejidad y Sustentabilidad, condujo el Panel “La ciudad en movimiento: lo colectivo y las prácticas de hacer y vivir el espacio urbano.
La profesora Sonia Montecino se refirió en su intervención a cómo nuestra sociedad ha construido en el paso del tiempo distintos modelos o estereotipos de lo femenino. Para la antropóloga una fuerte característica que nos imprimieron los colonizadores españoles fue la instalación de la figura de la Virgen María, que estimuló un imaginario que vincula fuertemente lo femenino con lo materno y en que la función reproductiva reviste características sagradas.
Luego, a inicio del siglo XX, comenzarían las reivindicaciones de las mujeres de las élites y también de las clases populares. Este último es el caso de la zona norte, en donde las mujeres comienzan a pronunciarse por sus derechos civiles y la posibilidad de un acceso equitativo a espacios laborales. Poco a poco -según plantea la investigadora- “se va esculpiendo lentamente la figura de la mujer que trabaja fuera del hogar, ya sea en la vertiente de la mujer ‘educada’, una representación que se ajusta a la emergencia de las clases medias, o a la de la obrera de la fábrica, que surge paralela a los procesos de industrialización”.
Ya en la medianía del siglo XX, las organizaciones femeninas y feministas pretenden construir un imaginario “moderno”, y las mujeres de clase media y alta levantan la demanda por regular la repartición de los bienes en una separación matrimonial; así como también así también asegurar las pensiones para sus hijos e hijas. En todo caso, plantea Montecino, sus reivindicaciones guardan relación con leyes que protejan su condición de madres y esposas.
En esas décadas se construirían estereotipos sociales diferentes. Por una lado- a juicio de la profesora- surge la imagen de la mujer ilustrada que puede ser desde una profesora universitaria, hasta una dueña de casa perfecta. En el mundo popular, la mujer se le asocia a la “madre abnegada”, que tiene a su lado o no lo tiene, a un hombre “borracho, ausente, cesante”, señala Montecino.
Luego vendrán los Centros de Madre (CEMA) en las cuales se aprenderá a cumplir todas las acciones ligadas a la reproducción doméstica mediante talleres de manualidades y artesanías. Posteriormente, estas organizaciones sociales serán instrumentalizadas durante la dictadura militar.
Otro hito destacado según la antropóloga, es la emergencia de la figura de “lolita”, para dar cuenta en los años sesenta de la demanda por tener mayor control sobre su cuerpo y su sexualidad.
Precisamente es en esa década, en donde los sociólogos Armand y Michel Matellart trabajan en Chile y en sus investigaciones dan cuenta de la contradicción presente en las mujeres de clase media, que va desde la tradicionalidad a la modernidad; así como la oposición entre producción (vinculada al trabajo asalariado) y la reproducción (que va de la mano de la maternidad).
Según Sonia Montecino, esa contradicción sigue presente en el Chile de hoy en las figuras de la mujer empresaria, que anhela el trabajo de medio tiempo para poder conciliar ser una buena madre y a la vez trabajar: “así se plantea la conciliación entre producción/ reproducción, no con el objeto de una transformación de las relaciones de género en la esfera doméstica, sino con el fin de que las mujeres cumplan con los dos requisitos de la nueva modernidad chilena: ser madres y trabajadoras-consumidoras” expresó Montecino.
En la conferencia que dio inicio a este coloquio, la antropóloga también se refirió a otro imaginarios sobre la mujer que se han construido en Chile como “la compañera”, “la pobladora”, “la microempresaria”, “la ministra” e incluso “la presidenta” con todas las significancias e implicancias sociales que cada una de estas denominaciones conllevan.
Desafíos de la integración
El profesor Bernardo Amigo, Director de Pre Grado de FACSO, participó en el panel “Desafíos de la integración transcultural en ciencias sociales que se desarrolló el día martes 21 de abril. En la instancia dio cuenta de las dificultades que tienen las comunidades científicas para la integración, a partir de su propia experiencia en una investigación comparada, que desarrollo junto con académicos franceses.
Este Doctor en Ciencias Sociales de la Universidad Católica de Lovaina, llevará a cabo hasta el 2010 el proyecto “Dispositivos, discursos y relatos televisivos. Una aproximación comparativa entre Chile y Francia” en conjunto con investigadores de la Universidad Paris III, Sorbonne Nouvelle. Este proyecto está siendo apoyado por ECOS-CONICYT que estimula los trabajos bilaterales.
El profesor Bernardo Amigo sostuvo que el problema más evidente que debieron sortear fue la notable diferencia histórica, social, política y económica; esta se traduce en los distintos niveles de desarrollo y las características de los sistemas televisivos de ambos países.
En aspectos más profundos y basales, una de las complejidades que ha debido sortear son las diferencias epistemológicas, reflejadas en el uso diferenciado de conceptos y metodologías. “En Chile y en Latinoamérica estamos dominados por dos tradiciones de pensamiento opuestas, la sociología norteamericana de orientación funcionalista y la teoría neocrítica inspirada en Escuela de Frankfurt, además de la influencia de algunas vertientes de los estudios culturales”. Para el académico eso se ha traducido que los distintos centros de investigación presentes en Chile, casa vez que hacen estudios de medios, se preguntan por los “efectos” o “influencias” de la televisión sobre “los individuos, audiencias, sujetos, individuos, dependiendo de la orientación ideológica del investigador” señala Amigo. A diferencia de esta situación, en Francia, los estudios mediáticos han sido trabajados desde la lingüística y la teoría literaria y, por ello, la pregunta de investigación se centra mayoritariamente sobre el sentido de la comunicación, de los textos, discursos o procesos narrativos. Según lo planteado por Amigo, estas diferencias se hicieron notar al momento de querer fijar el objeto de estudio y la perspectiva desde donde situarse.
En esta situación, los investigadores chilenos y franceses se preguntaron ¿qué fenómeno común podemos construir? y decidieron definir ciertos aspectos de análisis de 4 formatos televisivos. Así en los próximos años estarán estudiando lo que ocurre en los programas de debate, los noticieros, los programas de ficción y en las transmisiones de fútbol. Sin embargo el problema no quedó resuelto y debieron seguir haciendo ajustes, pues, por ejemplo en Europa no existen las teleseries o los noticieros en Francia dan mucho más énfasis a las noticias internacionales a diferencia de los escasos minutos que le dedican los espacios informativos nacionales.
Así, acordaron investigar paralelamente ciertos aspectos de estos formatos para poder efectivamente establecer comparaciones. En cuanto a los programas de debate, acordaron indagar la forma de distribución de la palabra política. “En Chile como casi no existe programas de debate, entonces había que ver en qué partes aparece tocado el tema político. Si los políticos eran invitados a los programas de farándula cuáles eran los temas que se les preguntaba” sostuvo en investigador. También focalizaron el estudio en cuanto a los noticieros, a cómo es la construcción del relato televisivo en uno y otro país, mientras que en las transmisiones deportivas analizarán cómo se construye lo nacional.
Para el profesor de FACSO que tituló su ponencia “Desafíos de la investigación transcultural. La integración de las comunidades científicas”, hasta ahora el gran aprendizaje de llevar a cabo esta investigación comparada entre Chile y Francia es evidenciar que “si no es por un esfuerzo intencionado y sostenido, las posibilidades de comparación son realmente mínimas; pues los objetos empíricos tremendamente distintos”. Sin embargo, el académico planteó la necesidad de generar estos cruces a pesar de las dificultades.
Con la participación activa de 4 académicos, la Facultad de Ciencias Sociales estuvo presente en la Tercera Escuela Chile – Francia.
Texto: Comunicaciones FACSO
Fotografías: Pablo Madariaga
Viernes 24 de abril
facsocom@uchile.cl
|
|